Saúl vs. el Cambio Climático
Desde que el Perú envió la primera comunicación nacional sobre Cambio Climático a las Naciones Unidas, allá por el año 2001, se fueron acumulando los informes independientes en relación a nuestra fragilidad ambiental, la vulnerabilidad de los varios ambientes en el Perú y los pequeños cambios en todo el territorio. Conforme fue pasando el tiempo, las organizaciones peruanas han ido tomando conciencia de manera científica. A través del conocimiento popular y ancestral, se puede ver en el día a día cómo el cambio climático mundial representa una amenaza para sus territorios. Esto es real y perceptible en nuestro presente y futuro con masivos procesos de desglaciación, sequías e inundaciones frecuentes, aparición de nuevos vectores de enfermedades y desaparición de cultivos tradicionales.
Durante este largo proceso, se constituye en junio del 2009 el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC como un espacio de lucha frente a las causas originarias del fenómeno. Tempranamente, fuimos entendiendo que a pesar de ser responsables de únicamente el 0,4% de las emisiones mundiales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del planeta, el Perú será uno de los países más impactados. Siendo estas causas y sus responsables directos aquellos países que se encuentran en el Norte Geopolítico Global, ellos son los llamados a pagar por los daños generados.
En ese camino, el cambio climático ha dejado de entenderse como aquel fenómeno exclusivamente explicado por la concentración de gases de efecto invernadero suspendido en la atmósfera. Ahora se entiende como un proceso de lucha por nuestros territorios en disputa mundial frente al gran capital que nos despoja y somete. Las organizaciones peruanas lo entienden y luchan a nivel local por lo que significa la construcción de sus territorios de forma resistente y soberana alrededor de sus bosques, montañas y costas. Ante la deforestación, la extracción de minerales y petróleo.
En este contexto es que demandas como la de Saúl Luciano Lliuya contra la contaminación de RWE son tan justas como estratégicas para señalar claramente el enlace directo de lo local a lo global. Y cómo es imprescindible en la lucha por la justicia climática que los principales contaminadores históricos se responsabilicen de sus daños ocasionados en cada rincón del planeta. Saúl y la defensa de su comunidad ante el deshielo y el riesgo de desplome, que se formó con las aguas del nevado de su comunidad, encarna las causas justas de todos los peruanos.
Nuestro trabajo del día a día dentro del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático, es de intentar construir el espacio de debate ciudadano amplio y nacional, que presione al gobierno, que articule a otras organizaciones y movilice a la población desde su problemática local y regional. Para así, pasar a otro nivel y encarnar la visión que desde la organización se va volviendo cada vez más clara: es necesario cambiar el sistema y no el clima, así como reconocer a los principales contaminadores y su responsabilidad por los daños sociales y ambientales del Cambio Climático. En este sentido las acciones cotidianas, pequeñas, locales y sensibles al individuo cobran sentido para el movimiento, proyectando así la idea sistémica del cambio civilizatorio que necesita el planeta.
En los últimos años, y en particular durante el 2014, a pesar de que el Estado peruano cuenta con la presidencia de la COP20 hemos podido ver como la política de medio ambiente en el Perú se ha deteriorado profundamente con una serie de leyes que debilitan los estudios de impacto ambiental y la autoridad fiscalizadora de la normatividad ambiental, así como los pocos y bajos ambientales previamente existente en nuestro país.
En ese sentido, para un debate serio sobre las políticas necesarias y la forma de evitar los daños y pérdidas de nuestros pueblos, es preciso iniciar las luchas en el campo legal, social, económico y político. Y así poder reconocer y respetar nuestros derechos en nuestros países como en los debates dentro de las Naciones Unidas, ya que el contexto lo hace imprescindible.
Antonio Zambrano Allende es Coordinador Nacional del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (www.mocicc.org). Él milita a favor de la justicia climática global y el desarrollo sostenible en Perú y en las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas.